Los Arcángeles son seres de luz que actúan como protectores, asistentes, guías y mensajeros; ellos dirigen a grupos de ángeles e interceden entre los hombres y la Divinidad.
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Tan grande es el amor que nos tienen que siempre responden cuando los llamamos. Además, el encuentro con la energía angélica transforma toda angustia y temor en un estado de paz y serenidad interior. Están para asistirnos en nuestros procesos de evolución y despertar, siempre actuando para nuestro mayor bien.
Le hablaremos de: Gabriel, Rafael, Miguel, Uriel, Zadquiel, Chamuel, Jofiel, Raziel y Sandaful. Cada uno de ellos se ocupa de asuntos específicos y representan un aspecto de Dios.
Dirige a los ángeles blancos de la pureza y esperanza. Se lo invoca para purificar emociones, eliminar miedos y tristezas. Es el Arcángel de los nuevos comienzos, nos anuncia que algo nuevo viene hacia nuestra vida (la llegada de un hijo, o una nueva pareja o proyecto, o una nueva etapa que comienza). Asiste en embarazos.
Dirige a los ángeles verdes del equilibrio y curación. Es el “Médico del Cielo”. Nos ayuda en todo proceso de sanación física, emocional y mental, porque nos lleva a conectarnos con nuestro sanador interno y a tomar conciencia de la responsabilidad de nuestra propia curación. Asimismo, se lo invoca para liberarnos de pensamientos negativos.
Dirige a los ángeles azules de la fuerza y poder divino. Es el ángel guerrero y protector. Trae Justicia Divina a las situaciones que lo requieren. Da protección a personas y lugares. Brinda valentía, motivación, autoestima y coraje. Nos ayuda a encontrar nuestro propósito, también a cortar lazos negativos y recuperar nuestro poder.
Dirige a los ángeles naranjas (oro-rubí) de la abundancia y gracia divina. Activa la Conciencia Crística de Amor y Unidad. Se lo asocia con la luz, la paz, la gratitud, la abundancia y la buena suerte en general. Ayuda a concretar deseos. Te invita a encontrar tu propia luz despertando tu sol interno y así brillar entre la multitud.
Dirige a los ángeles violetas del perdón y la compasión. Es el Alquimista Divino. Transforma energías negativas en positivas con su Llama Violeta de Transmutación. Se lo llama en momentos de crisis, para que nos ayude a “morir” a una vieja forma de vida o de pensar, para “nacer” a una nueva con más luz y felicidad.
Dirige a los ángeles rosados del amor divino. Es el Arcángel del Amor, nos enseña a amarnos a nosotros mismos y a los demás; a recibir y dar amor. Regala alegría y armonía. Sana heridas del corazón. También se lo invoca para mejorar una relación de pareja, o encontrar un nuevo amor.
Dirige a los ángeles dorados de sabiduría e iluminación. Nos brinda claridad mental e iluminación, para quienes están desconectados de su sabiduría interior. Ayuda a comprender todas las situaciones de la vida con una sabiduría divina, para ver más allá, donde la oscuridad y los miedos no te permiten llegar.
Raziel es el ángel de la magia. Enseña a los hombres el conocimiento de la astrología, la adivinación y los amuletos. Personifica la intuición. Se le relaciona al rayo índigo del espectro de la luz. Se le invoca para ayudar al ser humano a presentir los misterios de Dios. Es el arcángel de los misterios secretos que ofrece información divina. Raziel simboliza el despertar de la conciencia humana y es la de ser el guardián de la originalidad y de la pureza de las ideas.
Es el arcángel de la oración y de la música. Recibe los cantos y anhelos que salen del corazón cuando las personas se conectan con la Divinidad por medio de la música y el canto. Es el señor de la música en el Cielo. Recibe las oraciones de las personas que desde la Tierra oran al cielo.
H/T – Contextotucuman
