Hemos mencionado anteriormente que somos el reflejo de nuestro interior, entregándosenos en el momento de la creación el poder de atraer todo aquello que por consonancia nos corresponda, premisa consolidada en las leyes de la creación:
Ley de la atención: muchas veces deseamos cosas o situaciones y no siempre las obtenemos y no porque no nos corresponda sino porque nuestra petición fue atendida proporcionalmente a nuestra atención, es decir, no hicimos nada para obtenerlo. Si quieres algo, ve tras ello de forma positiva y acertada y sólo será cuestión de tiempo.
Ley del fluir: Todo cuerpo presente mantiene un movimiento constante porque toda energía fluye, nada es estático. No te ates a sentimientos, personas, objetos o situaciones, deja que esas vibraciones fluyan y volverán a ti multiplicadas.
Ley de la abundancia: «Como piensas sientes, como sientes vibras y como vibras atraes», basándonos en esta premisa concibe la abundancia como parte de ti, de tu vida y tus circunstancias, atrayendo a ti todo lo concerniente a esta. Eres un ser abundante!
Ley de la claridad: Refiere el enfoque que le des a cada petición, cuanto más clara y concreta mayor será su concreción.
Ley de la intención: No solo es la acción sino la intención. Solemos hacer cosas sin permitirnos identificar la intención con la cual la hacemos, convirtiéndonos en victimas del karma de manera inconciencia. Identifica tu intencionalidad, enfoca tus peticiones, concreta tus deseos.
Ley de la prosperidad: Si eres abundancia, eres prosperidad. Pero esta en ti asumirlo y reflejarlo y atraer a ti iguales.
Ley de la manifestación: Somos parte del universo y desde nuestro centro nos convertimos en un universo a escala. Siendo parte de él, será el quien se encargue de poner a nuestra disposición todo aquello que nos sea necesario. Dirige tu enfoque hacia tus deseos y serán manifestados con la intencionalidad que le imprimas.
Ley del éxito: Solemos asociar el éxito con las oportunidades económicas que se nos presentan, con alcanzar escalafones dentro de una gran competencia social. Pero no, el éxito total, lo alcanzas cuando desde tu interior depositas en tus actos tal confianza que te permita reflejarlo en el exterior.
Determina el cambio de tus pensamientos y conseguirás una consecución de cambios en tu vida.