Cómo atraer Alegría y Libertad a tu Vida

La frase bíblica “Lo que el hombre siembre, eso cosecha”, es la gran verdad que hoy conocemos como la Ley del Karma, esa maleta que traemos de forma inconsciente de vidas pasadas, compuesta por energías positivas como negativas, las conocemos cómo contratos, votos, acuerdos, pactos, conjuros, hechizos, fidelidades,entre muchas otras, que nuestra alma contrajo y que traemos de reencarnación en reencarnación.

Cómo atraer Alegría y Libertad a tu Vida

La frase bíblica “Lo que el hombre siembre, eso cosecha”, es la gran verdad que hoy conocemos como la Ley del Karma, esa maleta que traemos de forma inconsciente de vidas pasadas, compuesta por energías positivas como negativas, las conocemos cómo contratos, votos, acuerdos, pactos, conjuros, hechizos, fidelidades,entre muchas otras, que nuestra alma contrajo y que traemos de reencarnación en reencarnación. Además, crecemos y nos desenvolvemos de acuerdo a nuestras circunstancias de vida y desencadenamos con nuestras acciones, sentimientos y emociones, muchas otras energías que se alojan en nuestro cuerpo, mente, alma y corazón. Solemos dedicar tiempo a resentimientos, malestares, enojos o iras por infortunios que se nos presentan, sin notar que estos son solo la devolución al universo de estas energías que hemos liberado hacia él, iniciándose así un círculo que comienza desde la liberación de nuestros sentimientos negativos hacia el mundo, qué al estar libres, buscan unirse con más de ellos y siguen su trayectoria hasta llegar a nosotros nuevamente.
Al usar nuestro libre albedrio creamos una herencia kármica, el bien se convierte en la gloria del cuerpo causal, el mal en el peso del aura personal; ninguna vida recibe en esta encarnación más karma de lo que su evolución espiritual le permite expirar en este lapso de tiempo. Bajo la radiación benéfica del séptimo rayo, al hombre se le dio el conocimiento y el poder de aplicar El Fuego Violeta, por medio del cual se puede transmutar toda la energía mal calificada de su corriente de vida. “La Llama Violeta”, la podemos definir, como un regalo de Dios por ser el séptimo rayo del Espíritu Santo, último de los siete que componen la denominada Conciencia de Dios, para transmutar las energías negativas en un proceso alquímico que desembocara en bendiciones a nuestra vida y en la vida de otras personas, brindándole a nuestros corazones la cualidad del perdón y la misericordia, puesto que este fuego sagrado se vincula con el Chakra de la sede del alma.
Otra forma por el cual podemos transmutar nuestras energías negativas, es con nuestras acciones diarias. Es decir, si enfocamos todas nuestras energías en acciones que suponen sentimientos positivos e invocamos de manera diaria esta llama violeta estaremos atrayendo el cambio, la alegría y libertad a nuestro ser, puesto que estamos purificando nuestra alma de toda aquella memoria de sentimientos negativos. Saint Germain propone un decreto para atraer la llama violeta, y dice: “Yo Soy” un ser compuesto por la Llama Violeta, “Yo Soy” toda la pureza que Dios quiere que sea. La pronunciación de estas palabras de forma continua activará esa “retroalimentación espiritual” que nuestro ser necesita para ser libre en acción y pensamiento.

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